jueves, 20 de diciembre de 2012

Emborrachao' por soñar todas las noches con tus besos.

Con el agua hasta el cuello de esperarte en el portal desde hace meses, con la mirada perdida de tanto mirar a la pantalla esperando a que me hables, con la sonrisa desencajada de tanto fingirla, con los sueños rotos de tanto soñar contigo.


Los ojitos entrecerrados de buscarte en la distancia, sin mas rastro de tu boca que mis recuerdos. De fondo de pantalla, tu sonrisa; y una de esas frases que nunca terminas de entender del todo. Sueños que hace tiempo que me quieren decir que ya es hora de vernos. Mis piernas que ya no tiemblan deseando sentirte cerca, y nuestras fotos juntos matándome por dentro poco a poco. Mi mente me encarcela, mis sábanas pesan, las lágrimas me ahogan. Tu imagen como un disparo, todas las palabras que dijiste puños, esa colonia mi perdición. ¿No tienes ganas de verme? Te echo tanto de menos...

lunes, 19 de noviembre de 2012

Las oportunidades hay que atraparlas deprisa, sin dudar.

Últimas páginas, epílogo. Se acerca ya el final del cuento. ¿Feliz? Quizás. Puede que ambos lleguen a ser felices algún día. ¿Juntos? Lo dudo. ¿Final típico? Para nada. Más bien uno de esos finales de los que nadie te habla, esos en los que el malo secuestra a la princesa y el príncipe no mueve un dedo para salvarla. ¿Y ella? Ella se cansa de esperar encerrada en la torre mientras él no aparece montado sobre su caballo blanco a matar al dragón. ¿Y él? Él la echará de menos. Muchísimo. Pero no se dará cuenta hasta que ya no haya vuelta atrás. ¿Después? Después se arrepentirá de todo, y deseará tenerla entre sus sábanas cada noche, y deseará verla dormir y despertarla con un beso. Y querrá ser él el que recoja su zapato a medianoche, aunque se le haya caído por borracha y no por princesa. Y tendrá celos de cualquiera que intente sustituir su papel en el cuento, porque se dará cuenta de que quiere comer perdices si eso significa estar juntos. Y entonces la buscará, la buscará por todos lados hasta encontrarla. Y cuando por fin la encuentre, ella estará feliz; feliz junto a otro, uno que supo aprovecharla y no la dejo, ni dejará escapar.



domingo, 28 de octubre de 2012

Te arrepentirás y algún día entre copa y copa dirás "Joder, yo la quería"


A lo mejor era yo la única tonta que lo hacía, pero esta situación me empieza a recordar cada vez más y más a esos momentos. A cuando estabas en la cocina y tu madre te decía: “no lo toques que quema”; y te quedabas mirando para ello queriendo tocarlo para ver si de verdad quemaba… “No empieces a comer todavía que está muy caliente”, y con la puntita de la lengua lo probabas aunque sabías que te haría daño… Es justo esa sensación. Sé que no me convienes. Sé que lo mejor que puedo hacer es alejarme, un adiós definitivo (esta vez de verdad) y no volver a acercarme a ti más de lo necesario nunca. Pero también sé que lo que yo quiero no es eso… Lo que yo quiero es que me recuerdes por qué tardé tanto en olvidarte, que vuelvas a mirarme fijamente a los ojos sonriendo y sin apartar la mirada, que te hagas de rogar y me insultes o me llames guapa sin venir a cuento. Lo que me apetece es apostar, jugármela a doble o nada, y por una vez (una sola vez) llevarme el premio gordo. Compartir noches en vela, jugar contigo a ser especial, robarte besos; enfadarnos y no aguantar ni un minuto sin sonreír. Exacto. Quiero probarte, y quemarme; y si hace falta esperar un rato a que te enfríes para poder terminar de comerte.


jueves, 4 de octubre de 2012

Tontean. Se ríen. Se enfadan. Se pican. ¿Y sabes por qué? Porque se mueren el uno por el otro.

¿Y si hoy brindamos por el día aquel en que nos vimos por primera vez? Por los dos besos y esa sensación de "¿Dónde has estado todo este tiempo?" ¿Y si simplemente nos paramos a pensar en los momentos felices y nos olvidamos de las malas noches? ¿Y si recuerdas por un segundo cómo me dijiste "te quiero" por primera vez? ¿Y si yo pienso en mis nervios antes de verte y cómo nos reíamos juntos? Noviembre. La lluvia. Las miradas furtivas, los celos. Los tacones, las sudaderas prestadas. Tu desodorante. Los vestiditos cortos, soportales, una tabla de surf amarilla. ¿Y si vienes? Mejor dicho: VEN. Dame la mano y dime que esto no siempre será así, dime que me quieres, júramelo despacio. Susúrrame que tienes frío, que no sabes qué hacer si no estás conmigo. Que te mueres por besarme, por llevarme lejos de aquí. Que estás loco, muy loco; loco por mí. Que te falta sensatez, pero te sobran motivos. Que te mueres por hablarme y nunca sabes por donde empezar, que te sigo importando aunque seas un tonto y no siempre lo demuestres. Dime que aún relees viejas conversaciones, que me vas a defender siempre que yo no pueda hacerlo sola. ¿Y si después nos tomamos una copa? Ya sabes como acabaría la noche... De esas sin prisas, sin hora para marcharse ni lugar al que volver. De las que tanto nos gustan. ¿Y si paro ya de engañarme a mí misma? Sinceramente, yo pararía; pero me lo estás poniendo muy difícil. Jodidamente difícil, y lo sabes. Para ti soy un "ni contigo ni sin ti" y yo me sostengo en el remedio que es mandar todo a la mierda. Pero tranquilo, en algún momento yo dejaré de ser la débil; pero aún así seguiré siendo tu debilidad.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Nada me han enseñado los años, siempre caigo en los mismos errores; otra vez a brindar con extraños, y a llorar por los mismos dolores.


Bastaba un cruce de miradas. Uno de esos que sin decir nada lo dicen todoQuizá ya no estemos como antes, quizá no nos veamos de la misma forma. Quizá ya no me veas igual. Quizá, quizá quizá… ¿Y qué? Tú sigues siendo el mismo. El mismo que con un puto beso en la mejilla me dejó tonta, el mismo que me seguía mandando mensajes cuando yo no contestaba, o cuando estaba dormida… El  que se perdió conmigo por las calles lloviendo y me contaba mentiras mientras sujetaba mi mano. El que me dijo que me quería al segundo de hacerme pasar el peor rato de mi vida, que me hacía apuestas sin sentido, se ponía celoso y no me lo decía; y me llamaba guapa cuando yo solo le decía cosas malas. Y aunque no eras el mejor, ni el más gracioso, ni el más listo, ni el más romántico, ni el que estaría ahí siempre, decidí apostar por nosotros; porque creí que había algo que nos impedía alejarnos el uno del otro. Y así me drogué, diciéndome a mí misma que pronto abrirías de nuevo la puerta de mi habitación y me harías cosquillas en la espalda. Pero después de todo tú volviste, y ahora sí que no sé a que estás esperando para hacer la maleta y escaparte conmigo lejos, a Nueva York como yo propuse; o al fin del mundo, como tú me solías decir. Yo te estaré esperando con mis cosas frente a mi puerta, en el banco de siempre, con la chaqueta que me regalaste; y sin perder esa sonrisa que tanto te gustaba. Me debes un abrazo.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Cada vez hay menos oportunidades de vivir el sueño de Cenicienta.

Se te cae el zapato de cristal y el príncipe lo mete en su trastero repleto de zapatos de cristal en lugar de ir a buscarte.


Tú eras un príncipe de barrio con un encanto de calle. Un chico sin preocupaciones, sin motivaciones, sin sueños incumplidos. Pero juntos éramos diferentes, dos locos con la cabeza bien dura; dos tontos con ilusiones, dos gatos que se dedicaban a jugar por las noches y reír durante el día. Nunca nos decíamos nada porque cualquier palabra estaba de más, porque nuestra especialidad era hablar con los ojos, volar sin alas, soñar despiertos. Nuestro único trato fue un juego de meñiques que decía "para siempre".  Un trato que ninguno de los dos tenía derecho a romper nunca. Hasta que te cansaste de despertar juntos cada mañana y encontrar mi ropa en tu armario. De ir sin rumbo fijo, haciendo eses; de no estar del todo cuerdo. Hasta que te cansaste de subir cuestas, romperte la cabeza; de oler a mi colonia. De coleccionar mis gomas de pelo y mis zapatos de cuento. Hasta que te cansaste de mí.

martes, 4 de septiembre de 2012

Yo ya no me quejo de nada, ya no creo en nada.


Y de repente, sin previo aviso, un día cualquiera pasa algo que te hace darte cuenta de que la vida son dos jodidos días y que si no los aprovechas estás perdido. Y entonces, te paras a pensar y te das cuenta de la de sueños por cumplir que tienes aún, la de cuentas pendientes por cerrar, la de ciudades que visitar, sonrisas que pintar, almohadas que mojar…. Paras un segundo, y lloras. Lloras porque sabes las cosas que puedes perder, las personas a las que puede que no vuelvas a ver, los "para siempre" que nunca se cumplirán… Porque ves que todo puede pasar antes de lo que tú creías, antes incluso de darte la oportunidad de intentar ser lo que quieres llegar a ser. Por esa razón, hay que intentar ser felices en todo momento, siempre; pase lo que pase. Seguir adelante con todo. Y no dejar que las personas buenas como tú y como yo suframos por culpa de un cualquiera, ni derramemos lágrimas por cosas sin importancia… Porque por triste y duro que suene, cualquier día puede ser el último.


domingo, 5 de agosto de 2012

De esto que te atrae tanto que o te alejas, o caes. Y no quieres alejarte.

Mientras mis dedos se deslizaban entre las sábanas y tú jugabas a buscarme las cosquillas, el mundo entero estaba de más. Regalarte mis mañanas y recibir las tuyas a cambio  fue el trato más justo que pactamos en todo este tiempo. Levantarme cada día con tu camiseta y el desayuno preparado; que la beta verde de tus ojos marrones coloreara los días grises o eso de que decir “te quiero” no fuera necesario porque con el tiempo me lo demostrarías. Llegar tarde a casa porque estar juntos merecía cualquier castigo que pudieran ponernos. Robar besos, regalar sonrisas, llorar distancias y escupir verdades; querernos mucho. Mucho más que mucho, y muchísimo más que más; como dos críos. Y es por eso que no sé como olvidarte.

lunes, 4 de junio de 2012

Estar solo en esta noche de insomnio.

Somos adictos a los imposibles. Nos gusta tentar al azar, y decir de vez en cuando alguna mentira. Los sueños que hablan de lo que deseamos y nunca tendremos son con diferencia nuestros favoritos. Nos encanta reírnos por tonterías y disfrutar de las pequeñas cosas. Somos masoquistas, tenemos vicios, lloramos demasiado, pensamos poco, y juramos a la mínima. Pero una cosa te voy a decir, puede que no seamos perfectos, pero a pesar de todo siempre estaremos hechos el uno para el otro. Siempre serás el único capaz de mirarme con esos ojos, y sonreírme de esa manera. Podrás no estar aquí cada día, podrás evitarme en cada esquina, podrás decirme que se acabó, podrás morderle el labio inferior a otras, pero nunca podrás olvidarte de mí. Y yo nunca podré olvidarme de ti. Porque quieras que no, de todo lo que nos gusta, preferimos los recuerdos. Porque estamos locos, y nos matamos poco a poco a base de momentos e imágenes que están enterrados en el pasado. Y siento decirte que tú ocupas las tres cuartas partes de lo que me gusta rememorar. Así que quieras que no, siempre vas a estar aquí conmigo; aunque nunca lo sepas.


sábado, 26 de mayo de 2012

You may say I'm a dreamer, but I'm not the only one.

Te enseñan a atarte los zapatos, a hablar, a escribir, a comer, a ganar, a perder, a hacer amigos, a no pegar, a pedir perdón, a tener ilusiones, a tener fe, a correr, a saltar, a montar en bicicleta, a nadar, a controlar el miedo, a aguantar la risa, a mirar a la cámara en las fotos, a combinar la ropa a la hora de vestirse, a sumar, restar, multiplicar, dividir, derivar, integrar, a soñar. Te enseñan a cocinar, a programar el vídeo, a conducir, a recortar con tijeras de punta redonda, a hacer la voltereta, a echarte crema en los días de Sol, a pintarte las uñas, a caminar con tacones, a hacer la cama, a apreciar la belleza, a poner cara de felicidad siempre que te hacen un regalo, a rezar, estudiar, bailar, saltar a la comba, a querer. Te enseñan todo lo necesario para que puedas entender la vida, y se olvidan de enseñarte a parar de llorar y ser feliz. "Piensa en cosas bonitas" ¿Y bien? ¿Eso es todo? SU SONRISA ERA BONITA.


“When I was 5 years old, my mother always told me that happiness was the key to life. When I went to school, they asked me what I wanted to be when I grew up. I wrote down “happy”. They told me I didn´t understand the assigment, and I told them they didn´t understand life.”

martes, 22 de mayo de 2012

No fue lo que pudo ser, qué extraña esta forma de doler.

Barrer de sueños el suelo de la habitación, susurrarte al oído que esta noche no vas a irte de aquí; y después sonreír como una tonta el resto de la semana.


Es cuando miras a través de la ventana y te das cuenta de que la nostalgia invade todo tu cuerpo, cuando de verdad empiezas a comprender lo que es echar de menos. Y después, con ese abril que "viene a recordarte que ya no eres feliz" te topas de frente con la realidad; que es que nunca podrás volver atrás. No podrás volver a mirarle a la cara sin sentir que algo falla, que algo se te clava muy dentro, sin ese sentimiento de que ya no es lo mismo. Y te engañarás a ti misma hasta el punto de cambiar del todo tu forma de ser, como si por su culpa tú ya no pudieras seguir siendo la tonta que se ríe por cualquier cosa. La que cuenta un chiste por minuto, y nunca abandona su sonrisa. Como si para olvidarle, tuvieras que fingir ser otra persona. Alguien fuerte, con la mirada segura, capaz de afrontar cualquier problema; pero incapaz de evitar los malos ratos en sus ratos libres. Incapaz de no llorar cuando tiene un minuto. Porque a veces es bueno ser feliz, pero a veces vale más sufrir un poco de vez en cuando que dejarlo todo para ahogarte entre lágrimas el día en que algo explote.

martes, 15 de mayo de 2012

"Conoces a cientos de personas y ninguna te deja huella, y de repente conoces a una persona y te cambia la vida para siempre."

Tal vez en este momento debería estar mordiéndome las uñas e imaginándome cómo será, como solía hacer con él. Vistiéndome y maquillándome para que me dijera que no hacía falta nada, que estaba bien de cualquier forma. Sonriendo al escuchar su nombre y con esas cosquillas en el estómago al verle abrirme chat. Pero no es él, y quizás un día aprenda a quererle. Pero no pueden pretender que cada vez que me mire, tenga que apartar la mirada porque no puedo evitar tirarme a sus brazos, darle un beso. Que cuando me sonría me derrita y le eche de menos al instante de que se vaya. Porque él no fue la única persona que un día me hizo sentir así, pero es la única que lo conseguirá siempre que quiera, por mucho tiempo que pase. Es la única a la que se lo perdonaría todo, incluso el haberse ido de mi lado. La única en la que pienso cada día, sin excepción. La única a la que quise y seguiré queriendo de verdad siempre.

lunes, 7 de mayo de 2012

Y si te vas, llévame en una maleta. Yo prometo no pesarte, tú procura no perderla.

Vuelve antes de que este te quiero se haya convertido en un triste te quise, y mis labios que ahora suspiran por ti, se entreguen a otros. Antes de que las manecillas del reloj agoten su tiempo y no me queden fuerzas de volver a darle cuerda. Cuélate por mi ventana como hacíamos de niños, y tráeme una rosa por cada mes que me dejaste sola ahogando mis penas. Tenme miedo, porque puede que si tardas más de la cuenta mi recibimiento no sea el que tú esperas; y en vez de ofrecerte algo de beber, te lance el vaso a la cabeza. Roba la libreta donde tengo apuntados todos y cada uno de mis sueños y ayúdame a cumplirlos, mientras tiras a la basura el bote de lágrimas del cajón de la mesita. Vuelve pronto conmigo. Vuelve, y haz que mi enfado se pase con solo un besito en la nariz. Porque al fin y al cabo eres el único al que no puedo decirle que no a nada. 


martes, 1 de mayo de 2012

He cambiado aquel punto y seguido por punto y aparte, y aún así me he perdido. Se me olvida olvidarte. Me envenena el tic tac del pasar de las horas, no te puedo olvidar yo estoy tan solo y tú tan sola. A veces me roza el viento y pienso que eres tú la que me toca, eres la pesadilla que me muerde la boca.

Cuesta admitirlo, pero llegaste a gustarme más que los helados de nata en verano. (Nunca leerás esto, pero sabes bien lo que eso significa). Siempre tuviste algo que me hacía volver a ti, algo más adictivo que la nicotina de los cigarros que fumábamos a pachas. (Quizá sea una tontería, pero echo de menos todo eso). Después llegó el verano y nos pilló sin ganas de Sol, sin ganas de separarnos el uno del otro. (Lo hicimos de todas formas). Tú para aquí, yo para allá; y nos perdimos entre otras toallas, otras ciudades, y otros nombres. Pasado el tiempo, septiembre apareció para robarnos el moreno, y nos habíamos convertido en dos completos desconocidos. Las piernas dejaron de temblar, la mirada de desear, y el corazón de sentir. No eres tú, soy yo; deberíamos darnos un tiempo, necesito pensar… El caso es que todo se rompió y desde aquel momento, nada volvería a ser lo mismo. Dejamos de vernos los domingos, empezamos a evitarnos el resto de la semana y nos fuimos alejando el uno del otro; hasta que empezó la fase del olvido. Te eché de menos como nadie, pero aguanté mis ganas de quererte para que todo resultara más fácil. Ahora ya no sé nada de ti, es triste, pasar de ser todo a no ser nada en tan poco tiempo; pero es tarde para lamentar. Ya eres otro, dejaste de lado esa sonrisa que hacía sentir calor al Sol, la cambiaste por una nueva; y yo me volví una tonta que vive con miedo a perder. Pero quiero que sepas que me sigo acordando de ti las tardes de lluvia, que sigo teniendo celos de cualquiera que intente ocupar el puesto que un día ocupé yo. Quiero que sepas que te voy a querer siempre, pase lo que pase, esté con quien esté.

viernes, 20 de abril de 2012

Llévame lejos, donde quieras, donde el verbo ser deje de tener sentido, donde lo único que vea, sean tus ojos.

Te equivocabas. Te equivocabas en casi todo. Ni yo soy pequeña, ni tú valiente. No te atreviste a apostar por mí, y desde que te fuiste la lluvia de abril ya no arruina mis tardes. Y sería capaz de regalártelas todas solo porque vuelvas, porque no quiero pasar un solo día más sin ti. Viéndome andar por las calles sin atecharme, desenredando cascos para pasar el tiempo sin pensar en lo que pudo haber sido y no fue. En que tú y yo ya nunca volveremos a compartir noches en vela, que no volverás a ver mi abrigo verde. Volverme loca al pensar en lo que estarás haciendo, con quién, dónde, y por qué no puedo ser yo la que te despierte con un beso, la que te coja de la mano, la que te prometa un para siempre. Si sigo siendo la misma, por qué narices no estás aquí. 


jueves, 12 de abril de 2012

De los vicios al desastre, de tus ojos a la ruina.

Juro que intento callarme, te prometo que trato de no escribir nada cuando veo folios en blanco. Sé que soy pesada, lo sé, pero la culpa la tienes tú por enamorarme. Y eso que en todo este tiempo he cambiado mucho. Ahora solo busco a alguien que se lo curre, alguien que demuestre. Porque estoy harta de tirarme a la piscina, y que la piscina esté sin agua. Que por aquí todo va bien, ya soporto estar sin ti. Y de no ser así, tampoco lo sabrías. Porque tengo más orgullo que puntas abiertas, y más ganas de olvidarte que ojeras por noches en vela. Pero eh, no pasa nada, si lloro es porque duele; y si duele es porque un día me hiciste feliz. Puedo decir que no me arrepiento de haberlo intentado. 

viernes, 6 de abril de 2012

Se me ponen si me besas rojitas las orejas.

Horas sentada frente a la televisión sin ver absolutamente nada. Pensar en ti mientras leo textos en algún diario que hace tiempo debería haber quemado. Tu serie favorita como escenario de fondo siempre dispuesta a recordarme que no vas a volver por aquí. (Tal vez yo no estaba hecha para ti). Hacerme  ilusiones de nuevo con algún niñato y volver a cegarme. No darme cuenta de la realidad y estrellarme de nuevo contra la pared. Caer al suelo. Levantarme, y desear no haberlo hecho. Que en un segundo todo mi mundo se venga abajo. No saber donde esconderme para que la puta tristeza no me encuentre. ¿Sabes lo que es eso? No, la verdad es que no tienes ni puta idea. No sabes lo que es sufrir por una persona. Peor. No sabes lo que es sufrir por un imbécil que no te valora. Dudo que sepas incluso lo que es una sonrisa falsa y un “no me pasa nada” o “no me importa”  llenos de hipocresía. Que nadie te salve de volver a tropezar con su sonrisa. Que te tiemblen las rodillas cuando estás cerca suyo y no poder hacer nada porque él no quiere que estés ahí. No quiere que estés cerca. No quiere verte. No te quiere.

jueves, 5 de abril de 2012

I'll be there till the stars don't shine. Till the heavens burst and the words don't rhyme.

Me dormí aquella noche pensando en ti. Pensando en nosotros. En lo que podría haber sido y no fue. En las tardes de viernes. En mi absoluta debilidad por el chocolate y tu manía de hacerme ver películas de miedo. En como te reías con mis caras y me decías que, a veces, los para siempre se cumplen. En lo tonta que fui. En como creí a ciegas en ti. Tal vez tenga que olvidarlo todo o tal vez deba dejarlo estar y alegrarme de que pasara; no sé. Solo sé que no quiero que me sigas doliendo, no quiero darte el placer de poder hacerme daño a estas alturas. Yo que tú borraba mi móvil, quemaba nuestras fotos y me iba para siempre. De verdad. Prefiero no volver a verte más a seguir llorando por ti. Prefiero que desaparezcas a llamarte los sábados borracha y decirte cien mil tonterías. Yo lo he intentado todo, pero sigo aquí. Me sigo sabiendo tu número de memoria, no me hacen falta fotos para ver tu cara y soy incapaz de ignorarte del todo. No solo eso, además estás en cada rincón de mi puta habitación, mis sábanas siguen oliendo a ti y créeme que mi sofá te echa de menos. No sé por qué narices te fuiste, y supongo que no debería importarme, pero yo sigo aquí, como siempre, esperando a que vuelvas. Y a la vez, tratando de asumir que no lo harás, ya no.


jueves, 29 de marzo de 2012

SOMOS GRANDES, aunque a veces no lo creamos. /ab

Hemos visto pasar mucha gente, hemos superado juntas muchos malos momentos, hemos cumplido sueños, hemos olvidado chicos, hemos llorado mucho y hemos reído más de lo que muchos reirán en toda su vida.
Hemos aprendido a representar las letras de las canciones, a ligar con Pablo Pablete, a conocer a desconocidos, a huir de gente y a perseguir tíos buenos. Hemos intercambiado miradas de flipe frente a platos llenos y nos hemos dado cuenta de que se puede vivir sin comer al mediodía. Hemos dado vueltas con la canción de Danza Kuduro, hemos probado juntas por primera vez los chupitos del Puzzle, nos hemos colado en Studio, nos hemos disfrazado de Rambo. Hemos compartido más de 100 canciones, hemos engordado, adelgazado, corrido, ido a la piscina… Nos hemos levantado la falda en las escaleras en los días de verano, hemos compartido jugadas en baloncesto y helados enormes en Parque Principado tras una sesión de cine con un McFlurry. Hemos ido de compras, nos hemos llamado de noche para rajar de la gente y, como olvidarlo, nos vestimos de fiesta por primera vez. Juntas. Siempre juntas. Y quiero confesarte que sin ti a mi lado, nunca hubiera sido lo mismo. Que me enseñaste que no vale caer si luego no te levantas. Me hiciste ver que para pasarlo bien no es necesaria infinidad de gente, un chico guapo, alcohol, lugares bonitos… Que con la compañía sobra. Junto a ti supe que se puede sonreír en los peores días, que ni la distancia mata la amistad. Que nunca echaré tanto de menos a una persona. Nunca desearé tanto volver atrás en el tiempo para pedirte que no te vayas, que te quedes aquí conmigo. Que los viernes sin ir al Berrón son depresivos. Que solo hay una manera de afrontar la vida, y es con una sonrisa en la cara. Y con la mía pintada, un par de lágrimas y muchas ganas de compartir otro día contigo quiero pedirte que no te vayas nunca. Que te necesito aquí aunque no te lo recuerde todos los días. Aunque nunca seré capaz de decirte a la cara que te quiero mucho. Porque me he acostumbrado a ti, y ya no puedo perderte. 



domingo, 25 de marzo de 2012

Me guardo las noches en que nos quisimos.

Sinceramente, me alegra saber que la vida te ha tratado bien, aunque no te lo merezcas. Hoy me encontrado con tu vecina, la del segundo, la que nos saludaba todas esas tardes que me escapaba a casa de tus padres. Me ha preguntado por mí y no me he atrevido a contestarle que estaba sola y destrozada. He tenido que inventarme la historia de mi perfecta vida para salir del paso. Me habló sobre ti. Me contó que te mudaste a la casa de nuestros sueños, esa que todas las tardes contemplábamos pensando cuando llegaría el día en que pudiéramos pagarla. Que te has comprado el coche que tantas veces miramos a través del escaparate. Que te casaste en la iglesia de la esquina. Que tuviste dos hijos, y que les has puesto los nombres que durante tantas horas pensamos tú y yo. Que estudiaste en la Universidad a la que decidimos ir juntos. Que todos los domingos sigues yendo a la piscina con el bañador que te regalé, y que sigues bebiendo nuestro Latte con caramelo del Starbucks. No pude contener las lágrimas. Pensé en llamarte, pero tras dos horas sentada delante del teléfono, decidí que lo mejor sería no molestarte. Solo quería saber por qué entre todas esas cosas, decidiste prescindir de mí.

jueves, 22 de marzo de 2012

Las penas nunca vienen solas, los malos nunca dicen: Hola chaval. ¿Qué tal? ¿Te gusta mi pistola?

Esa sensación de impotencia, de ganas de llorar, de querer escapar de ahí. ¿Sabes? Es como cuando vas guardando cosas en una cajita, una cajita terriblemente frágil. Con todo lo que hay dentro, le coges un cariño enorme e inexplicable a tu cajita. Pero un día, por cualquier tontería, la cajita cae al suelo y se rompe. Y allí estás tú, sin acabar de creértelo, y sin poder hacer nada porque todo vuelva a la normalidad. Recoges los trocitos sabiendo que siempre la echarás de menos, sabiendo que ya no podrás guardar más cosas en ella, que algún día tendrás que comprarte otra. Y sin embargo, tú no quieres ninguna otra, no quieres otra igual, ni otra parecida; tú quieres tu cajita, esa cajita.