martes, 29 de noviembre de 2011

Si la vida fuera Vodka, sí que me la tomaría en serio.

We've been on the run, driving in the sun,
 looking out for number one.
 California here we come, right back where we started from. California… California… Here we come!”


Le miras, a lo lejos, sin que él te vea. Aún no te has decidido a decirle que le quieres, que le quieres como una niña pequeña. Le necesitas. Pero tienes miedo, y no vas a jugártela (no de momento). Aún así cada uno de sus movimientos te pide que le beses, no te puedes resistir (mira cómo se coloca el pelo, cómo sonríe, cómo se muerde las uñas). Le ves tan perfecto, tan diferente de los demás (con esa forma suya de levantarse y colocarse los pantalones; y como se quita el jersey en los días de verano…). Piensas en como te trataba, como te sonreía y te contaba cosas… Lo lejano que parece estar todo eso ahora… Tiene algo. Algo que hace que no puedes dejar de pensar en él día y noche. Pero el destino os impide estar juntos (No consigues entender por qué, hubierais estado tan bien…).
Sin embargo, todo lo que pasa, pasa por algo. Lo más probable es que no te convenga. Además, son todos iguales. Hoy te lo dice una amiga. Mañana, te lo dirá la vida.

viernes, 25 de noviembre de 2011

El dia que no me cueste apretar el botón para borrar tus mensajes.

Entre las páginas de un libro cubierto de polvo aparecen lo que no parecen más que lejanos recuerdos de la infancia, de la época inocente de nuestras vidas. 
Príncipes que buscaban princesas con zapatitos de cristal, mujeres que se enamoraban de hombres dejando totalmente a un lado su aspecto físico, manzanas envenenadas cuya enfermedad se curaba con un beso,  príncipes que luchaban contra brujas malvadas para despertar a una chica de la que se habían enamorado a primera vista, amor entre pobres y ricos que se manifestaba con un plato de espaguetis, o grandes princesas conquistadas por un chico cualquiera en un viaje en alfombra voladora; y luego él, el chico común y habitual que se enamoró de otra, y dejó a un lado a su mejor amiga y sus ganas de no crecer nunca, por una chica guapa y dulce que apareció por casualidad mientras sobrevolaban la ciudad de Londres.


miércoles, 23 de noviembre de 2011

Harta de pincharme el corazón y tirar sueños a la cuneta en la que espero el beso que me haga despertar de esta pesadilla.

La he visto tantas veces arrastrarse. 
Perseguirle sin perder el rumbo que la llevaba detrás de sus pantalones carhartt y sus calzoncillos sobresaliendo.
Intentarlo día sí y día también (y sin perder su fuerza).
La he visto decirle de todos los modos posibles que le quería, mientras él hacía caso omiso a sus palabras.
La he visto llorar, cuando ese chico no se merecía ni una puta lágrima.
(Que mientras la ignoraba, ella se desahogaba entre las cuatro paredes de un cuarto desordenado, entre chocolate y noches sin probar bocado).

Pero él no la quería. Y a veces hay que olvidar lo que uno siente y recordar lo que uno merece. Y ella lo hizo, y menos mal que lo hizo, y menos mal que encontró a alguien que la quisiera de verdad; porque, sinceramente, no hubiera podido soportar volver a verla así. No era ella. Y nadie debería cambiar por una persona; y si algo he aprendido en el poco tiempo que llevo en este mundo, es que ser tú mismo es la clave de la vida. Y ahora pues, solo cabe añadir que quién me quiera aquí me tiene; y quién no, él se lo pierde.

martes, 22 de noviembre de 2011

A veces uno se cansa, pero te prometo que el final compensa.

Si nos ponemos a pensar, la vida es esperar y esperar. 
Hay esperas de dos minutos; como la de la cola del súper cuando compras chocolate, o la del cine si vas a ver una gran película.
Las hay que te llevan toda una vida; como la de la jubilación, el pelo lleno de canas, las arrugas, o la espera a dar respuesta a la pregunta: “¿Qué hay después de la muerte?”.
Y por último, están las esperas de tiempo indefinido. Y qué mejor ejemplo que el de: “ese chico” (y no, no me refiero al que ya conoces y que deseas que de repente venga y te bese; para nada, a ese ya lo tienes muy visto). Lo que todos queremos es que sin previo aviso, el destino nos dé una sorpresa, y nos mande a alguien nuevo (que aparezca de la nada). Alguien especial, inimaginable, que reconozcamos en el momento en que aparezca.
Sin embargo, en ocasiones, la otra persona se retrasa.
- Los hay que se dan por vencidos, se marchan, y renuncian a lo que podría llegar a ocurrir.
- Los hay que esperan siempre sin moverse del sitio, imaginándose como será y aferrándose a un sueño, a un futuro incierto.
- Y luego hay personas como yo, que cada día dedican un ratito a no perder la esperanza, que saben que algún día llegará; pero que mientras tanto, aprovechan el tiempo que les queda. Que la vida son dos días, y resulta inútil malgastarlos esperando.


sábado, 19 de noviembre de 2011

Y un beso robado, improvisado, de repente; sin cita previa.

Puede que a día de hoy no sea la chica más romántica que existe, pero yo también tengo un “chico de mis sueños”. 
A lo mejor no me dice todo el rato que me quiere, ni me monta escenitas de película, ni se arrodilla al pedirme que esté con él toda la vida; igual simplemente sea sencillo, uno más, del montón; y tal vez solo quiero que me de un anillo de juguete y que cuando vayamos juntos a la playa me coja, me tire arena, me salpique, me bese; y me haga recordar que por muchos años que pasen, sigo siendo una cría.
Que esté pendiente de mí, pero que me deje libertad, y tiempo para cuidar a mis amigos. Que comprenda cuales son mis ambiciones y mis prioridades, y que me apoye en esas decisiones descabelladas que pueda llegar a tomar.  Que no le importe que esté loca.
Que no me regale rosas rojas por San Valentín, si no una margarita de forma improvisada cuando me lleve a un parque por verano. Que no me compre bombones de chocolate en una cajita roja con forma de corazón, si no que me lleve al McDonald’s y me invite a un Mcflurry de oreo y caramelo, y si además me siento bien esa semana, ¡que sea extra de caramelo!
Moreno de ojos marrones. Un chico capaz de hacerme olvidar mis complejos. Alguien que estando con él, sea yo misma, sin nada que ocultar. Uno cualquiera, pero que esté hecho expresamente para mí, sin terceras personas, solo él y yo.


jueves, 17 de noviembre de 2011

TAKE THE BEST. FUCK THE REST.

El amor es sufrido y considerado, nunca es celoso. 
El amor no es jactancioso o engreído, nunca es grosero o egoista, nunca se ofende ni es resentido. 
El amor no haya placer en los pecados de los demás y se deleita en la verdad. 
Siempre está dispuestpo a escusar, confiar, esperar, soportar todo lo que venga.

-UN PASEO PARA RECORDAR-


martes, 15 de noviembre de 2011

Que cuando ella pasa por debajo del cielo, solo el tonto mira al cielo.

Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus hijos... Esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella... Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderéis siempre. Alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y os impedirán, siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto día dejareis de intentarlo…Os rendiréis y buscaréis a esa otra persona que acabaréis encontrando. Pero os aseguro que no pasaréis una sola noche, sin necesitar otro beso suyo, o tan siquiera discutir una vez más... Todos sabéis de qué estoy hablando, porque mientras estabais leyendo esto, os ha venido su nombre a la cabeza. Os librareis de él o de ella, dejareis de sufrir, conseguiréis encontrar la paz, pero os aseguro que no pasará un día en que deseéis que estuviera aquí para perturbaros. Porque a veces, se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas, que haciendo el amor con alguien a quien aprecias. (PAULO COELHO)


domingo, 13 de noviembre de 2011

De las que piensan que pueden cambiar el mundo en una noche porque lo acaban de ver en una película.

De las que odian lo romántico. De las sinceras. De las que piensan que es mejor que la verdad te haga daño a callarse. De las que a veces se mojan, y a veces no se arriesgan solo por miedo a perder. De las que tienen buenos días, y días horribles. De las que lloran con películas, o cuando sus dos personajes favoritos de la serie no acaban juntos. De las que creen en lo que dicen las canciones. De las que cuando se aburren, comen. De las que se ilusionan por todo. De las que cantan en la ducha, y en las discotecas, y en el coche, y por la calle, y en los recreos… De las que creen en las personas. De las que piensan que sus amigos son los mejores y no se pueden ir de su vida. De las que les encanta el deporte. De las que no pueden vivir sin imposibles. De las que tienen metas en la vida. De las que echan de menos los besos de sus abuelos. De las bipolares, enamoradizas e incapaces de decir te quiero. De las transparentes. De las vagas que dejan todo para última hora. De las que les encanta salir de fiesta. De las que luchan por lo que quieren. De las que no tienen pensado rendirse aún.


jueves, 10 de noviembre de 2011

Mario Bros nos enseñó que vale la pena morir por tu princesa.

- Despierta ya. La vida no es un cuento de hadas, no todo sale como esperas; y no hay príncipes ni amores perfectos, es más, pasarán tantos por tu vida prometiendo tanto...
+ Estoy harta de que la gente me diga eso, ¿acaso no entiendes que la esperanza es lo último que se pierde? ¿que a lo mejor eso a lo que tú le tienes tanto asco es mi mayor ilusión? Que quiero amor con mayúsculas, yo no me conformo con ser una más.
- ¿Amor? Já. Te dirán que te quieren, que lo darían todo por ti, que eres lo mejor que les ha pasado en mucho tiempo, te llamarán "mi vida", te prometerán que vuestra historia no tiene final, que eres perfecta y que nunca habrá nadie más; y luego...
+ ¿Y luego qué?
- Te romperán el corazón, y aún con el corazón roto les seguirás amando con cada uno de los trozos que te queden. 
+ Pues yo no me conformo con eso, seguiré luchando; y que sepas que si me hacen daño yo voy a seguir sonriendo, no le tengo miedo a la vida. Voy a encontrar ese amor del que tantos hablan y tan pocos han visto.


sábado, 5 de noviembre de 2011

Lo unico capaz de consolar a un hombre por las estupideces que hace es el orgullo que le proporciona hacerlas.

Amanece un nuevo sábado del mes de noviembre, como cualquiera de los anteriores que desperté junto a ti. A mi lado, en la cama, ya no hay nadie. Mi almohada te echa de menos cada noche, mis sábanas ya no huelen a tu One Million, de Paco Rabanne. El puto móvil no para de sonar:
-¿Estás bien tíaaa?
+Por supuesto que sí, estoy de puta madre, ¿no lo ves? Aún así se agradece el apoyo.
-Bueno tía cualquier cosa llamas eh.
+Claro, no tenía otra cosa mejor que hacer, por cierto, ¿tú eres...?
Harta de amigas falsas, de gente que te pregunta por interés, de zorras que se meten en medio, de chicos influenciables (-¡pues a mí me la sopla lo que me digan! +eso no te lo crees ni tú, eres como el resto, igual que todos, asúmelo), de los que se alegran cuando te ven mal (-qué guay, por fin lo dejaron. +hola, perdona, ¿de qué vaas?), esos que están ahí esperando encontrar su oportunidad de darte donde más te duele, tan harta de verte con otras, de que no me eches de menos, de que ya no pienses en mí al acostarte, cansada ya de querer volver a leer tus "buenos días princesa", de borrar fotografías y de fingir que todo va bien. Igual debería decirte que te quiero, o que te necesito aquí, que hiciste mal al dejarme marchar, que te pudo el orgullo y que después de todo fuiste tú el que te rendiste. Pero da igual, ninguna de esas palabras va a cambiar nada a estas alturas.


jueves, 3 de noviembre de 2011

Supongo que hubiera bastado con hacer caso omiso de su risa cuando todavía era posible.

Sentada en la esquina de la habitación; la de los jueves sin compañía y las noches frías de invierno, das otro trago a ese chocolate caliente preparado de forma apurada y sin amor. Ipod encendido, suena una de esas listas de reproducción que hiciste un día llorando. Cambio de canción. Suena ahora Stranger, su favorita, y hace que derrames la primera lágrima de la tarde. Corres hacia el espejo, te secas antes de que llegue la segunda y el dolor sea imparable. Empiezas a cantar, y mientras tarareas la única parte que nunca has conseguido aprenderte piensas que igual ese es el fallo. Igual es que nunca llegaste a ser perfecta para él. Y tal vez esa canción ya no describa vuestra historia, porque él ahora pensará en otras cuando la oye. Coges el mando y haces que ese terrible de sonido deje de clavársete tan adentro. Abres tu agenda, dispuesta a leer lo que deberías de estar haciendo. Vas directa al tres de noviembre, pero en tu intento algo falla, una hoja sobresale entre las primeras páginas. Ojeas y te das cuenta de cuántas frases de amor has escrito en dos meses, cuántas fotografías has sido capaz de pegar en dos páginas, vuestro número escrito por todas partes, las iniciales aparecen en los sitios más escondidos. Cierras rápido y el puto chocolate cae sobre vuestras fotos. Quizás es culpa del destino. Quizás sea hora de pasar página de una vez.