jueves, 11 de mayo de 2017

Hay poesía que no se olvida nunca.

Qué irónico que siempre quisieras que escribiese aquí por ti, y lo haga cuando ya no me quieres. Es curioso como a veces, lo único que quieres es estar solo; y cuando lo consigues, te preguntas a ti mismo por qué. Por qué te alejas de todo y de todos los que te quieren, por qué destruyes las cosas buenas, las de verdad; las que te importan. Intentas rehacer tu vida cambiando de aires y sin embargo, hacerlo parece imposible. No puedes enamorarte de alguien cuando nunca has dejado de estarlo de otra persona. No puedes empezar una nueva vida en otro sitio, con otra gente; si no eres feliz sola. A tu alrededor, poco queda de lo que eras hace tres años; pero por dentro, los sentimientos no cambian. ¿Se va el frío alguna vez?

Siempre he sido una romántica. Qué asco da admitirlo.

Nada me cuesta tanto como asumir que tú eras el amor de mi vida, pero yo no era el tuyo. Tampoco nada me alegra más. Siempre mereciste lo mejor. Yo nunca lo fui.


"Y aún así te quise
quizás porque quererte
era lo más fácil de todo.

O lo único
que nunca pude evitar.
Ni supe."