lunes, 31 de marzo de 2014

Demasiado volumen en versos que no escucha nadie.

Tanto tiempo quejándome de que no tenía a nadie ahí, y el problema era que no te tenía a ti. Ahora lo veo todo con perspectiva. Siempre tuve a alguien dispuesto a cogerme de la mano, o a llamarme cualquier tarde aburrida y hacerme reír; pero no eras tú. Pero de qué me serviría estar con otra persona, si cuando me cruzo contigo me sigue dando un vuelco el corazón y le suelto la mano. Si cuando me dices que me vaya contigo, no soy capaz de decirte que no sin mentirme a mí misma. Yo no quiero estar con otra persona, para después pasarlo mal por no sentir por él la mitad de lo que sentía contigo. “Que vamos a estar siempre así, Alba”. Pues ojalá.


sábado, 18 de enero de 2014

Y que te haga falta quien nunca falta.

A veces, lo que no funcionó para ti puede funcionar para otra persona. Tal vez consideres horrible ese libro que intentaste leer hace semanas y sin embargo, alguien ahí fuera se lo haya leído del tirón. Tal vez las películas del oeste no sean tu género favorito, cuando hay miles de personas que disfrutan viendo una de esas. Y probablemente ese helado de pistacho que siempre evitas probar sea el favorito de muchas otras; o el queso, la filosofía y las películas de Penélope Cruz. Y si esto es así, ¿por qué no dejar que otra lo intente con el chico al que tú ya has descartado? Mira, es verdad que quizá te haya hecho daño o haya jugado contigo; o incluso te haya mentido, pero tal vez él sea diferente con ella. Porque esa chica no eres tú, y lo que en vosotros acabó en desastre puede no acabar en ellos.