lunes, 31 de marzo de 2014
Demasiado volumen en versos que no escucha nadie.
Tanto tiempo quejándome de que no tenía a nadie ahí, y el
problema era que no te tenía a ti. Ahora lo veo todo con perspectiva. Siempre
tuve a alguien dispuesto a cogerme de la mano, o a llamarme cualquier tarde
aburrida y hacerme reír; pero no eras tú. Pero de qué me serviría estar con
otra persona, si cuando me cruzo contigo me sigue dando un vuelco el corazón y
le suelto la mano. Si cuando me dices que me vaya contigo, no soy capaz de
decirte que no sin mentirme a mí misma. Yo no quiero estar con otra persona,
para después pasarlo mal por no sentir por él la mitad de lo que sentía
contigo. “Que vamos a estar siempre así, Alba”. Pues ojalá.
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