viernes, 30 de diciembre de 2016

Las lágrimas son un poco como las cervezas: La última nunca es la última.

Se acerca el fin del año y ya han pasado unos cuantos meses, y ya sé que es raro que siga escribiendo aquí. No quiero empezarlo sin ti. Supongo que tú ya estás bien, mejor que yo; porque si no hubieses llamado. A veces abro tu conversación y escribo las cosas que me gustaría decirte, pero nunca le doy a enviar, porque sé que no quieres verlas. Y a veces sueño que me despierto y leo tus buenos días, pero no, ya no son para mí. Releo cosas que nos dijimos y miro las fotos, y empiezo a entender que quizá tenías razón; que quizá sería mejor borrarlas para poder seguir. Siento no ser tan fuerte como prometía, siento no estar bien; sé que eso lo haría todo más fácil. Lo bueno de estar deprimida, es que después ya viene la aceptación. Lo malo es que no vienes tú. 



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