martes, 27 de diciembre de 2011

Me resbala si follas o fallas.

Ya no te tengo en mi lista de prioridades, y se me está empezando a olvidar tu número de teléfono. Ya no sé decirte diez razones por las que deberías estar conmigo, porque no se me ocurre ni una sola por la que apostar por ti. Me da igual lo que te condujo a irte de mi lado, y por qué sigues llevando mi pulsera. No me importa a quién beses ni con quién duermas el sábado. Ya no te pregunto a quién invitas al cine porque no quiero que me cuentes mentiras.
Ya no eres mi razón para levantarme los lunes y estás tan acabado que ni siquiera soy capaz de reconocerte. Son demasiadas horas en vela las que he pasado y si tienes valor de reprocharme algo, destaparás mis gritos envasados al vacío y te juro que serán las últimas palabras que oirás de mi boca. No volveré a molestarte. No me volverás a ver. Estoy harta de perder, fingir y sonreír. No me pidas perdón. En mi vida ya no pintas nada.



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