Que me pueden partir la cara 20 veces, que solo voy a llorar si no me besas.

Debo advertirte que no será fácil, y que te volverás una persona completamente diferente. Pero al fin y al cabo de eso se trata, ¿no? De hacer cosas que nunca se te habían pasado por la cabeza, dejar de lado todos tus principios, borrar tus costumbres y tus límites. Por eso el amor merece la pena cuando es difícil, cuando las personas son polos opuestos, cuando te cuesta renunciar a ser quien eras pero al final lo consigues; porque nos gustan los cambios. Nos gusta discutir para poder solucionarlo con besos, y comprobar con peleas hasta qué punto dejaría su orgullo una persona por nosotros. He de decirte también que te hará daño, que perderás a personas por mostrarte como eres realmente, que llorarás muchas noches porque pensabas que la persona equivocada era la adecuada. Sin embargo, cuando por fin des con alguien que, aun sabiendo que no tenéis nada en común, decide quererte con todas las consecuencias; entenderás el premio de todo este juego.