miércoles, 26 de octubre de 2011

8 letras, y cómo cuesta decirlas.

Vuelven las manos congeladas, las narices coloradas, las bufandas, los abrigos, los abrazos reconfortantes, los calcetines de lana, leer un libro por la tarde en pijama.



Vuelven las manos congeladas... Esas que él no va a coger entre las suyas para dar calor, a pesar de que ella se muera de frío, él ya tiene sus manos ocupadas con otra.

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